Y acudieron, y dieron aviso á Josaphat, diciendo: Contra ti viene una grande multitud de la otra parte de la mar, y de la Siria; y he aquí ellos están en Hasasón-tamar, que es Engedi.
Y dijo: JEHOVÁ Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te enseñoreas en todos los reinos de las Gentes? ¿no está en tu mano tal fuerza y potencia, que no hay quien te resista?
Si mal viniere sobre nosotros, ó espada de castigo, ó pestilencia, ó hambre, presentarnos hemos delante de esta casa, y delante de ti, (porque tu nombre está en esta casa,) y de nuestras tribulaciones clamaremos á ti, y tú nos oirás y salvarás.
Ahora pues, he aquí los hijos de Ammón y de Moab, y los del monte de Seir, á la tierra de los cuales ni quisiste que pasase Israel cuando venían de la tierra de Egipto, sino que se apartasen de ellos, y no los destruyesen;
¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos lo que hemos de hacer, mas á ti volvemos nuestros ojos.
Y estaba allí Jahaziel hijo de Zachârías, hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo de Mathanías, Levita de los hijos de Asaph, sobre el cual vino el espíritu de JEHOVÁ en medio de la reunión;
Y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalem, y tú, rey Josaphat. JEHOVÁ os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta tan grande multitud; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
No habrá para qué vosotros peleéis en este caso: paraos, estad quedos, y ved la salud de JEHOVÁ con vosotros. Oh Judá y Jerusalem, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que JEHOVÁ será con vosotros.
Y como se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josaphat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalem. Creed á JEHOVÁ vuestro Dios, y seréis seguros; creed á sus profetas, y seréis prosperados.
Y habido consejo con el pueblo, puso á algunos que cantasen á JEHOVÁ, y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras que salía la gente armada, y dijesen: Glorificad á JEHOVÁ, porque su misericordia es para siempre.
Y como comenzaron con clamor y con alabanza, puso JEHOVÁ contra los hijos de Ammón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y matáronse los unos á los otros:
Pues los hijos de Ammón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y como hubieron acabado á los del monte de Seir, cada cual ayudó á la destrucción de su compañero.
Viniendo entonces Josaphat y su pueblo á despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas entre los cadáveres, así vestidos como preciosos enseres, los cuales tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar: tres días duró el despojo, porque era mucho.
Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beracah; porque allí bendijeron á JEHOVÁ, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beracah, hasta hoy.
Y todo Judá y los de Jerusalem, y Josaphat á la cabeza de ellos, volvieron para tornarse á Jerusalem con gozo, porque JEHOVÁ les había dado gozo de sus enemigos.
Así reinó Josaphat sobre Judá: de treinta y cinco años era cuando comenzó á reinar, y reinó veinte y cinco años en Jerusalem. El nombre de su madre fué Azuba, hija de Silhi.
Lo demás de los hechos de Josaphat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual es hecha mención en el libro de los reyes de Israel.
Entonces Eliezer hijo de Dodava de Mareosah, profetizó contra Josaphat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ochôzías, JEHOVÁ destruirá tus obras. Y los navíos se rompieron, y no pudieron ir á Tharsis.