EN el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, á los diez del mes, á los catorce años después que la ciudad fué herida, en aquel mismo día fué sobre mí la mano de JEHOVÁ, y llevóme allá.
Im 25. Jahre unserer Wegführung, im Anfang des Jahres, am Zehnten des Monats, im 14. Jahre, nachdem die Stadt geschlagen war, an diesem selbigen Tage kam die Hand Jehovas über mich, und er brachte mich dorthin.