Y LAS hijas de Salphaad, hijo de Hepher, hijo de Galaad, hijo de Machîr, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa, llegaron;
Y presentáronse delante de Moisés, y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes, y de toda la congregación, á la puerta del tabernáculo del testimonio, y dijeron:
Nuestro padre murió en el desierto, el cual no estuvo en la junta que se reunió contra JEHOVÁ en la compañía de Coré: sino que en su pecado murió, y no tuvo hijos.
Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia á su pariente más cercano de su linaje, el cual la poseerá: y será á los hijos de Israel por estatuto de derecho, como JEHOVÁ mandó á Moisés.
Pues fuisteis rebeldes á mi dicho en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas á ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
Que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca; porque la congregación de JEHOVÁ no sea como ovejas sin pastor.
Y él estará delante de Eleazar el sacerdote, y á él preguntará por el juicio del Urim delante de JEHOVÁ: por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él, y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.