Porque día es de alboroto, y de huella, y de fatiga por el Señor JEHOVÁ de los ejércitos en el valle de la visión, para derribar el muro, y dar grita al monte.
Esto fué revelado á mis oídos de parte de JEHOVÁ de los ejércitos: Que este pecado no os será perdonado hasta que muráis, dice el Señor JEHOVÁ de los ejércitos.
¿Qué tienes tú aquí, ó á quien tienes tú aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto labra su sepultura, ó el que esculpe para sí morada en una peña?
Te echará á rodar con ímpetu, como á bola por tierra larga de términos: allá morirás, y allá estarán los carros de tu gloria, oh vergüenza de la casa de tu señor.
Y vestirélo de tus vestiduras, y le fortaleceré con tu talabarte, y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalem, y á la casa de Judá.
Y colgarán de él toda la honra de la casa de su padre, los hijos y los nietos, todos los vasos menores, desde los vasos de beber hasta todos los instrumentos de música.
En aquel día, dice JEHOVÁ de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será quitado, y será quebrado y caerá; y la carga que sobre él se puso, se echará á perder; porque JEHOVÁ habló.