Mira la tierra de los Caldeos; este pueblo no era; Assur la fundó para los que habitaban en el desierto: levantaron sus fortalezas, edificaron sus palacios; él la convirtió en ruinas.
Y acontecerá en aquel día, que Tiro será puesta en olvido por setenta años, como días de un rey. Después de los setenta años, cantará Tiro canción como de ramera.
Y acontecerá, que al fin de los setenta años visitará JEHOVÁ á Tiro: y tornaráse á su ganancia, y otra vez fornicará con todos los reinos de la tierra sobre la haz de la tierra.
Mas su negociación y su ganancia será consagrada á JEHOVÁ: no se guardará ni se atesorará, porque su negociación será para los que estuvieren delante de JEHOVÁ, para que coman hasta hartarse, y vistan honradamente.