ENTONCES cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á JEHOVÁ, y dijeron: Cantaré yo á JEHOVÁ, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la mar al caballo y al que en él subía.
Caiga sobre ellos temblor y espanto; Á la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh JEHOVÁ, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.
Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh JEHOVÁ; En el santuario del Señor, que han afirmado tus manos.
Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de á caballo en la mar, y JEHOVÁ volvió á traer las aguas de la mar sobre ellos; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio de la mar.
Y Moisés clamó á JEHOVÁ; y JEHOVÁ le mostró un árbol, el cual metídolo que hubo dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dió estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de JEHOVÁ tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy JEHOVÁ tu Sanador.