Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser traída sino por los Levitas; porque á ellos ha elegido JEHOVÁ para que lleven el arca de JEHOVÁ, y le sirvan perpetuamente.
Y díjoles: Vosotros que sois los principales de padres entre los Levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de JEHOVÁ Dios de Israel al lugar que le he preparado;
Y los hijos de los Levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés conforme á la palabra de JEHOVÁ.
Asimismo dijo David á los principales de los Levitas, que constituyesen de sus hermanos cantores, con instrumentos de música, con salterios, y arpas, y címbalos, que resonasen, y alzasen la voz con alegría.
Y los Levitas constituyeron á Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos, á Asaph hijo de Berechîas; y de los hijos de Merari y de sus hermanos, á Ethán hijo de Cusaías;
Y con ellos á sus hermanos del segundo orden, á Zachârías, Ben y Jaaziel, Semiramoth, Jehiel, Unni, Eliab, Benaías, Maasías, y Mathithías, Eliphelehu, Micnías, Obed-edom, y Jehiel, los porteros.
Y Sebanías, Josaphat, Nathanael, Amasai, Zachârías, Benaías, y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios: Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca.
Y David iba vestido de lino fino y también todos los Levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Chênanías era maestro de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un ephod de lino.
De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de JEHOVÁ, con júbilo y sonido de bocinas, y trompetas, y címbalos, y al son de salterios y arpas.
Y como el arca del pacto de JEHOVÁ llegó á la ciudad de David, Michâl, hija de Saúl, mirando por una ventana, vió al rey David que saltaba y bailaba; y menospreciólo en su corazón.