Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, mas tornemos á edificar lo arruinado; así ha dicho JEHOVÁ de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré: y les llamarán Provincia de impiedad, y, Pueblo contra quien JEHOVÁ se airó para siempre.
El hijo honra al padre, y el siervo á su señor: si pues soy yo padre, ¿qué es de mi honra? y si soy señor, ¿qué es de mi temor?, dice JEHOVÁ de los ejércitos á vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? asimismo cuando ofrecéis el cojo ó el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo pues á tu príncipe: ¿acaso se agradará de ti, ó le serás acepto? dice JEHOVÁ de los ejércitos.
¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas ó alumbre mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dice JEHOVÁ de los ejércitos, ni de vuestra mano me será agradable el presente.
Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las gentes; y en todo lugar se ofrece á mi nombre perfume, y presente limpio: porque grande es mi nombre entre las gentes, dice JEHOVÁ de los ejércitos.
Habéis además dicho: ¡Oh qué trabajo! y lo desechasteis, dice JEHOVÁ de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, ó cojo, ó enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Seráme acepto eso de vuestra mano? dice JEHOVÁ.
Maldito el engañoso, que tiene macho en su rebaño, y promete, y sacrifica lo dañado á JEHOVÁ: porque yo soy Gran Rey, dice JEHOVÁ de los ejércitos, y mi nombre es formidable entre las gentes.