Y SERÁ que, cuando te sobrevinieren todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y volvieres á tu corazón en medio de todas las gentes á las cuales JEHOVÁ tu Dios te hubiere echado,
Y te convirtieres á JEHOVÁ tu Dios, y obedecieres á su voz conforme á todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
JEHOVÁ también volverá tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y tornará á recogerte de todos los pueblos á los cuales te hubiere esparcido JEHOVÁ tu Dios.
Y circuncidará JEHOVÁ tu Dios tu corazón, y el corazón de tu simiente, para que ames á JEHOVÁ tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, á fin de que tú vivas.
Y hacerte ha JEHOVÁ tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien: porque JEHOVÁ volverá á gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres;
Cuando oyeres la voz de JEHOVÁ tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres á JEHOVÁ tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
Ni está de la otra parte de la mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros la mar, para que nos lo traiga y nos lo represente, á fin de que lo cumplamos?
Porque yo te mando hoy que ames á JEHOVÁ tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y JEHOVÁ tu Dios te bendiga en la tierra á la cual entras para poseerla.
Á los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, porque vivas tú y tu simiente:
Que ames á JEHOVÁ tu Dios, que oigas su voz, y te allegues á él; porque él es tu vida, y la longitud de tus días; á fin de que habites sobre la tierra que juró JEHOVÁ á tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar.