ESTO pues es lo que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron Eleazar sacerdote, y Josué hijo de Nun, y los principales de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
Porque los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Ephraim: y no dieron parte á los Levitas en la tierra, sino ciudades en que morasen, con sus ejidos para sus ganados y rebaños.
Y los hijos de Judá vinieron á Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jephone Cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que JEHOVÁ dijo á Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante á mí y á ti.
Yo era de edad de cuarenta años, cuando Moisés siervo de JEHOVÁ me envió de Cades-barnea á reconocer la tierra; y yo le referí el negocio como lo tenía en mi corazón:
Entonces Moisés juró, diciendo: Si la tierra que holló tu pie no fuere para ti, y para tus hijos en herencia perpetua: por cuanto cumpliste siguiendo á JEHOVÁ mi Dios.
Ahora bien, JEHOVÁ me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que JEHOVÁ habló estas palabras á Moisés, cuando Israel andaba por el desierto: y ahora, he aquí soy hoy día de ochenta y cinco años:
Dame, pues, ahora este monte, del cual habló JEHOVÁ aquel día; porque tú oíste en aquel día que los Anaceos están allí, y grandes y fuertes ciudades. Quizá JEHOVÁ será conmigo, y los echaré como JEHOVÁ ha dicho.