MOSTRÓME JEHOVÁ, y he aquí dos cestas de higos puestas delante del templo de JEHOVÁ, después de haber trasportado Nabucodonosor rey de Babilonia á Jechônías hijo de Joacim, rey de Judá, y á los príncipes de Judá, y á los oficiales y herreros de Jerusalem, y haberlos llevado á Babilonia.
Así ha dicho JEHOVÁ Dios de Israel: Como á estos buenos higos, así conoceré la trasportación de Judá al cual eché de este lugar á tierra de Caldeos, para bien.
Y les daré corazón para que me conozcan, que yo soy JEHOVÁ: y me serán por pueblo, y yo les seré á ellos por Dios; porque se volverán á mí de todo su corazón.
Y como los malos higos, que de malos no se pueden comer, así, ha dicho JEHOVÁ, daré á Sedechîas rey de Judá, y á sus príncipes, y al resto de Jerusalem que quedaron en esta tierra, y que moran en la tierra de Egipto.
Y darélos por escarnio, por mal á todos los reinos de la tierra: por infamia, y por ejemplo, y por refrán, y por maldición á todos los lugares adonde yo los arrojaré.