ENTONCES salieron todos los hijos de Israel, y reunióse la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beer-seba y la tierra de Galaad, á JEHOVÁ en Mizpa.
Y los principales de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de á pie que sacaban espada.
Y levantándose contra mí los de Gabaa, cercaron sobre mí la casa de noche, con idea de matarme, y oprimieron mi concubina de tal manera, que ella fué muerta.
Entonces tomando yo mi concubina, cortéla en piezas, y enviélas por todo el término de la posesión de Israel: por cuanto han hecho maldad y crimen en Israel.
Y tomaremos diez hombres de cada ciento por todas las tribus de Israel, y de cada mil ciento, y mil de cada diez mil, que lleven bastimento para el pueblo que ha de hacer, yendo contra Gabaa de Benjamín, conforme á toda la abominación que ha cometido en Israel.
Entregad pues ahora aquellos hombres, hijos de Belial, que están en Gabaa, para que los matemos, y barramos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel;
Y fueron contados en aquel tiempo los hijos de Benjamín de las ciudades, veintiséis mil hombres que sacaban espada, sin los que moraban en Gabaa, que fueron por cuenta setecientos hombres escogidos.
De toda aquella gente había setecientos hombres escogidos, que eran ambidextros, todos los cuales tiraban una piedra con la honda á un cabello, y no erraban.
Levantáronse luego los hijos de Israel, y subieron á la casa de Dios, y consultaron á Dios, diciendo: ¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Y JEHOVÁ respondió: Judá el primero.
Porque los hijos de Israel subieron, y lloraron delante de JEHOVÁ hasta la tarde, y consultaron con JEHOVÁ, diciendo: ¿Tornaré á pelear con los hijos de Benjamín mi hermano? Y JEHOVÁ les respondió: Subid contra él.
Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros diez y ocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada.
Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron á la casa de Dios; y lloraron, y sentáronse allí delante de JEHOVÁ, y ayunaron aquel día hasta la tarde; y sacrificaron holocaustos y pacíficos delante de JEHOVÁ.
Y Phinees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, se presentaba delante de ella en aquellos días,) y dijeron: ¿Tornaré á salir en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano, ó estaréme quedo? Y JEHOVÁ dijo: Subid, que mañana yo lo entregaré en tu mano.
Y saliendo los hijos de Benjamín contra el pueblo, alejados que fueron de la ciudad, comenzaron á herir algunos del pueblo, matando como las otras veces por los caminos, uno de los cuales sube á Beth-el, y el otro á Gabaa en el campo: y mataron unos treinta hombres de Israel.
Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos.
Entonces, levantándose todos los de Israel de su lugar, pusiéronse en orden en Baal-tamar: y también las emboscadas de Israel salieron de su lugar, del prado de Gabaa.
Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla comenzó á agravarse: mas ellos no sabían que el mal se acercaba sobre ellos.
É hirió JEHOVÁ á Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día veinticinco mil y cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.
Y vieron los hijos de Benjamín que eran muertos; pues los hijos de Israel habían dado lugar á Benjamín, porque estaban confiados en las emboscadas que habían puesto detrás de Gabaa.
Luego, pues, que los de Israel se volvieron en la batalla, los de Benjamín comenzaron á derribar heridos de Israel unos treinta hombres, y ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.
Mas cuando la llama comenzó á subir de la ciudad, una columna de humo, Benjamín tornó á mirar atrás; y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo.
Volvieron, por tanto, espaldas delante de Israel hacia el camino del desierto; mas el escuadrón los alcanzó, y los salidos de la ciudad los mataban, habiéndolos encerrado en medio de ellos.
Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, á la peña de Rimmón, y de ellos rebuscaron cinco mil hombres en los caminos: fueron aún acosándolos hasta Gidom, y mataron de ellos dos mil hombres.
Y los hombres de Israel tornaron á los hijos de Benjamín, y pasáronlos á cuchillo, á hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fué hallado: asimismo pusieron fuego á todas las ciudades que hallaban.