Y LLEGÁRONSE todos los oficiales de la gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, y Jezanías hijo de Osaía, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,
Y dijeron á Jeremías profeta: Caiga ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros á JEHOVÁ tu Dios, por todo este resto, (pues hemos quedado unos pocos de muchos, como nos ven tus ojos,)
Y Jeremías profeta les dijo: Ya he oído. He aquí que voy á orar á JEHOVÁ vuestro Dios, como habéis dicho; y será que todo lo que JEHOVÁ os respondiere, os enseñaré: no os reservaré palabra.
Y ellos dijeron á Jeremías: JEHOVÁ sea entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciéremos conforme á todo aquello para lo cual JEHOVÁ tu Dios te enviare á nosotros.
Ora sea bueno, ora malo, á la voz de JEHOVÁ nuestro Dios, al cual te enviamos, obedeceremos; para que, obedeciendo á la voz de JEHOVÁ nuestro Dios, tengamos bien.
Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré: porque arrepentido estoy del mal que os he hecho.
No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho JEHOVÁ, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano:
Y diciendo: No, antes nos entraremos en tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni tendremos hambre de pan, y allá moraremos:
Ahora por eso, oíd la palabra de JEHOVÁ, reliquias de Judá: Así ha dicho JEHOVÁ de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para peregrinar allá,
Será pues, que todos los hombres que tornaren sus rostros para entrarse en Egipto, para peregrinar allí, morirán á cuchillo, de hambre, y de pestilencia: no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos.
Porque así ha dicho JEHOVÁ de los ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalem, así se derramará mi ira sobre vosotros, cuando entrareis en Egipto; y seréis por juramento y por espanto, y por maldición y por afrenta; y no veréis más este lugar.
¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? porque vosotros me enviasteis á JEHOVÁ vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros á JEHOVÁ nuestro Dios; y conforme á todas las cosas que JEHOVÁ nuestro Dios dijere, háznoslo saber así, y lo pondremos por obra.