Porque así ha dicho JEHOVÁ acerca de los hijos y de las hijas que nacieren en este lugar, y de sus madres que los parieren, y de los padres que los engendraren en esta tierra.
De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados: serán por muladar sobre la haz de la tierra: y con cuchillo y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos serán para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra.
Porque así ha dicho JEHOVÁ: No entres en casa de luto, ni vayas á lamentar, ni los consueles: porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice JEHOVÁ, mi misericordia y piedades.
Porque así ha dicho JEHOVÁ de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, toda voz de esposo y toda voz de esposa.
Y acontecerá que cuando anunciares á este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: ¿Por qué habló JEHOVÁ sobre nosotros este mal tan grande? ¿y qué maldad es la nuestra, ó qué pecado es el nuestro, que cometiéramos contra JEHOVÁ nuestro Dios?
Entonces les dirás: Porque vuestros padres me dejaron, dice JEHOVÁ, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y á ellos se encorvaron, y me dejaron á mí, y no guardaron mi ley;
Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome á mí.
Por tanto, yo os haré echar de esta tierra á tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis á dioses ajenos de día y de noche; porque no os mostraré clemencia.
Sino: Vive JEHOVÁ, que hizo subir á los hijos de Israel de la tierra del aquilón, y de todas las tierras á donde los había arrojado: y volverélos á su tierra, la cual dí á sus padres.
He aquí que yo envío muchos pescadores, dice JEHOVÁ, y los pescarán; y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán de todo monte, y de todo collado, y de las cavernas de los peñascos.
Mas primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado; porque contaminaron mi tierra con los cuerpos muertos de sus abominaciones, y de sus abominaciones llenaron mi heredad.
Oh JEHOVÁ, fortaleza mía, y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción; á ti vendrán gentes desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.