¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbes en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.
quare incurvaris anima mea et quare conturbas me expecta Dominum quoniam adhuc confitebor ei salutibus vultus mei et Deo meo