¿Qué testigo te traeré, ó á quién te haré semejante, hija de Jerusalem? ¿Á quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sión? Porque grande es tu quebrantamiento como la mar: ¿quién te medicinará?
Que testemunho te darei, a que te compararei, ó filha de Jerusalém? A quem te assemelharei, para te consolar, ó virgem filha de Sião? Pois grande como o mar é a tua ferida; quem te poderá curar?