Y FUÉ que á los treinta años, en el mes cuarto, á cinco del mes, estando yo en medio de los trasportados junto al río de Chebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.
Or avvenne l’anno trentesimo, il quinto giorno del quarto mese, che, essendo presso al fiume Kebar, fra quelli ch’erano stati menati in cattività, i cieli s’aprirono, e io ebbi delle visioni divine.