Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Ĉar Dio, kiu diris: El mallumo lumo brilos, Tiu brilis en niaj koroj, por doni lumon de la scio de la gloro de Dio en la vizaĝo de Jesuo Kristo.