Salmo de David.
Á TI clamaré, oh JEHOVÁ, Fortaleza mía: no te desentiendas de mí; Porque no sea yo, dejándome tú, Semejante á los que descienden al sepulcro.
Davidov. K tebi, o Jahve, vapijem, hridino moja, ne ogluši se na me: da neuslišan ne postanem kao oni koji u grob silaze.