Depois José deu ordem ao despenseiro de sua casa, dizendo: Enche de mantimento os sacos dos homens, quanto puderem levar, e põe o dinheiro de cada um na boca do seu saco.
Y MANDÓ José al mayordomo de su casa, diciendo: Hinche los costales de aquestos varones de alimentos, cuanto pudieren llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal:
Havendo eles saído da cidade, mas não se tendo distanciado muito, disse José ao seu despenseiro: Levanta-te e segue os homens; e, alcançando-os, dize-lhes: Por que tornastes o mal pelo bem?
Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aun no se habían alejado, dijo José á su mayordomo: Levántate, y sigue á esos hombres; y cuando los alcanzares, diles: ¿Por qué habéis vuelto mal por bien?
Eis que o dinheiro, que achamos nas bocas dos nossos sacos, to tornamos a trazer desde a terra de Canaã; como, pois, furtaríamos da casa do teu senhor prata ou ouro?
He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos á traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?
Respondeu Judá: Que diremos a meu senhor? Que falaremos? E como nos justificaremos? Descobriu Deus a iniquidade de teus servos; eis que somos escravos de meu senhor, tanto nós como aquele em cuja mão foi achada a taça.
Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos á mi señor? ¿qué hablaremos? ¿ó con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos: he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquél en cuyo poder fué hallada la copa.
Disse José: Longe esteja eu de fazer isto; o homem em cuja mão a taça foi achada, aquele será meu servo; porém, quanto a vós, subi em paz para vosso pai.
Y él respondió: Nunca yo tal haga: el varón en cuyo poder fué hallada la copa, él será mi siervo; vosotros id en paz á vuestro padre.
Então Judá se chegou a ele, e disse: Ai! Senhor meu, deixa, peço-te, o teu servo dizer uma palavra aos ouvidos de meu senhor; e não se acenda a tua ira contra o teu servo; porque tu és como Faraó.
Entonces Judá se llegó á él, y dijo: Ay señor mío, ruégote que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú eres como Faraón.
E respondemos a meu senhor: Temos pai, já velho, e há um filho da sua velhice, um menino pequeno; o irmão deste é morto, e ele ficou o único de sua mãe; e seu pai o ama.
Y nosotros respondimos á mi señor: Tenemos un padre anciano, y un mozo que le nació en su vejez, pequeño aún; y un hermano suyo murió, y él quedó solo de su madre, y su padre lo ama.
e lhe respondemos: Não podemos descer; mas, se nosso irmão menor for conosco, desceremos; pois não podemos ver a face do homem, se nosso irmão menor não estiver conosco.
Y nosotros respondimos: No podemos ir: si nuestro hermano fuere con nosotros, iremos; porque no podemos ver el rostro del varón, no estando con nosotros nuestro hermano el menor.