اجازه بده سران قوم ما در اورشلیم بمانند و به این موضوع رسیدگی کنند، آنگاه هرکس زن بیگانه دارد، در زمانی معیّن همراه رهبران و داوران شهر خود بیاید. به این وسیله خدا از خشم خود در این مورد برخواهد گشت.»
Estén ahora nuestro príncipes, los de toda la congregación; y todos aquellos que en nuestras ciudades hubieren tomado mujeres extranjeras, vengan á tiempos aplazados, y con ellos los ancianos de cada ciudad, y los jueces de ellas, hasta que apartemos de nosotros el furor de la ira de nuestro Dios sobre esto.