Stalo se, pravím, když uzřel král Ester královnu, ana stojí v síni, že milostí jsa k ní nakloněn, vztáhl král k Ester berlu zlatou, kterouž držel v ruce své. Tedy přistoupivši Ester, dotkla se konce berly.
Y fué que, como vió á la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió á Esther el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces se llegó Esther, y tocó la punta del cetro.